Al igual que una casa necesita una base sólida para el soporte, también lo hace una pintura exitosa. Una de las mejores formas de asegurar esto es centrarse en los elementos de composición y diseño antes de aplicar el pastel a la superficie.
Como pintores, a menudo se nos recuerda que la capacidad de dibujar es esencial para una pintura exitosa. Ser capaz de representar con precisión la apariencia de las cosas es crucial para capturar una semejanza. Pero la composición implica más que esa habilidad. Abarca la disposición de formas simplificadas, ángulos de dirección visual, masas de valores y opciones de color en todo el marco de la pintura. Al igual que un autor organiza las palabras y el músico organiza el sonido, el pintor organiza los elementos visuales para comunicar la intención y reforzar su concepto.
Una de las mejores maneras de explorar estas posibilidades es hacer una serie de bocetos en miniatura antes de pintar (ver arriba una variedad de mis miniaturas). Como su nombre lo indica, estos bocetos deben ser pequeños. Trabajar en grande fomenta los detalles: la némesis de la composición. Los detalles nos cuentan cosas; los bocetos en miniatura nos hablan de las relaciones. Si está acostumbrado a dibujar representaciones detalladas de escenas, este puede ser un ejercicio incómodo. Date permiso para ser desordenado, incluso crudo, con estos bocetos. Mantenlos simples. Divide los elementos de la escena en no más de 4 o 5 formas principales. Analiza el empuje direccional de las formas. Asociar luz reflectante (valor) a las formas. Examine estos bocetos en miniatura y realice ajustes. Omita, agregue, mueva y modifique elementos para fortalecer su concepto, la idea que desea comunicar sobre la escena. Confíe en estos bocetos para establecer la base de la pintura.